Buenas a todos.
Seguramente la mayoría me habéis oído hablar ya del reino de Bután en clase. Aquí os adjunto un reportaje del semanal de El País.
Personalmente, cuando leí el artículo, no pude evitar pensar en el protagonista de Walden Dos. Si no recuerdo mal, en un principio le preocupaban los procedimientos de aquella sociedad. Sin embargo, cuando partía de nuevo a la civilización, decidió darse la vuelta y regresar a Walden Dos.
A lo largo de mi lectura del citado artículo y posteriormente, mi reflexión hizo este mismo recorrido. Empecé a leer muy interesada. Sin embargo, a medida que avanzaba, me iban desagradando ciertos aspectos de esta sociedad, cerrada y tradicionalista. Me dispuse a “volver” a la sociedad de los derechos individuales. Pero en el camino, si bien no regresé a Bután, como el personaje de Walden Dos; sí me detuve en el camino a meditar sobre lo que había(mos) dejado atrás.
Éste, además, me parece un caso de comunitarismo que podremos valorar más objetivamente que el de MacIntyre; ya que el reino de Bután se encuentra territorial y culturalmente muy alejado de nosotros.
Por último, este tema viene muy a cuento hoy en día, por el empeño general en desmontar de arriba a abajo cualquier clase de utopía.
Independientemente de la conclusión a la que podáis llegar, creo que se merece al menos una pequeña reflexión.
Seguramente la mayoría me habéis oído hablar ya del reino de Bután en clase. Aquí os adjunto un reportaje del semanal de El País.
Personalmente, cuando leí el artículo, no pude evitar pensar en el protagonista de Walden Dos. Si no recuerdo mal, en un principio le preocupaban los procedimientos de aquella sociedad. Sin embargo, cuando partía de nuevo a la civilización, decidió darse la vuelta y regresar a Walden Dos.
A lo largo de mi lectura del citado artículo y posteriormente, mi reflexión hizo este mismo recorrido. Empecé a leer muy interesada. Sin embargo, a medida que avanzaba, me iban desagradando ciertos aspectos de esta sociedad, cerrada y tradicionalista. Me dispuse a “volver” a la sociedad de los derechos individuales. Pero en el camino, si bien no regresé a Bután, como el personaje de Walden Dos; sí me detuve en el camino a meditar sobre lo que había(mos) dejado atrás.
Éste, además, me parece un caso de comunitarismo que podremos valorar más objetivamente que el de MacIntyre; ya que el reino de Bután se encuentra territorial y culturalmente muy alejado de nosotros.
Por último, este tema viene muy a cuento hoy en día, por el empeño general en desmontar de arriba a abajo cualquier clase de utopía.
Independientemente de la conclusión a la que podáis llegar, creo que se merece al menos una pequeña reflexión.