Utopía o realidad

Buenas a todos.
Seguramente la mayoría me habéis oído hablar ya del reino de Bután en clase. Aquí os adjunto un reportaje del semanal de El País.

Personalmente, cuando leí el artículo, no pude evitar pensar en el protagonista de Walden Dos. Si no recuerdo mal, en un principio le preocupaban los procedimientos de aquella sociedad. Sin embargo, cuando partía de nuevo a la civilización, decidió darse la vuelta y regresar a Walden Dos.
A lo largo de mi lectura del citado artículo y posteriormente, mi reflexión hizo este mismo recorrido. Empecé a leer muy interesada. Sin embargo, a medida que avanzaba, me iban desagradando ciertos aspectos de esta sociedad, cerrada y tradicionalista. Me dispuse a “volver” a la sociedad de los derechos individuales. Pero en el camino, si bien no regresé a Bután, como el personaje de Walden Dos; sí me detuve en el camino a meditar sobre lo que había(mos) dejado atrás.
Éste, además, me parece un caso de comunitarismo que podremos valorar más objetivamente que el de MacIntyre; ya que el reino de Bután se encuentra territorial y culturalmente muy alejado de nosotros.
Por último, este tema viene muy a cuento hoy en día, por el empeño general en desmontar de arriba a abajo cualquier clase de utopía.
Independientemente de la conclusión a la que podáis llegar, creo que se merece al menos una pequeña reflexión.

http://www.elpais.com/articulo/portada/reino/quiso/medir/felicidad/elpepusoceps/20091129elpepspor_8/Tes

Este es el enlace.

Me parece increble este caso, es una cosa tremendamente extraña. No es un país muy grande y está condenado al "auto-ostracismo", ya que la globalización acabaría con este modelo.

En cualquier caso, siempre está bien que haya mundos de fantasía dentro del nuestro...

A mi me parece un poco chorrada, pero bueno, como bien dice el ex ministro Lyonpo Thinley Gyamtso:

"Somos un país pequeño y queremos hacer las cosas así. No queremos enseñar nada al mundo. Hacemos lo que creemos que es mejor para nosotros. Y si el mundo cree que hay algo que aprender, son más que bienvenidos"

No hay más que decir.

Quería subrayar, desde el punto de vista de la ética, que hay algo más allá de la ética formalista y universalista. Porque parece que hoy en día, una posición racional ha de centrarse exclusivamente en estas cuestiones. Por eso, tengo la impresión de que hay que dejar de lado los problemas morales más comunes y tangibles que se dan a una escala individual o de un pequeño colectivo,- como es el caso de la importancia de la felicidad en Bután-.

Desde el punto de vista político, simplemente destacar que existen soluciones. La nuestra no tiene por qué ser la de Bután, pero este caso nos muestra cómo nuestra sociedad puede aún mejorar. Muchas veces, oigo críticas hacia la sociedad, que provienen de gente que merece mi respeto. Primero suelen dirigirse a los políticos, luego al "pueblo llano alienado" y, por último, a los movimientos que pretenden cambiar las cosas. Al final, parece que la única posibilidad que queda es cruzarse de brazos e ir tirando como se pueda, porque todo el mundo es malo y no hay nada que hacer. Creo que este artículo es una pequeña esperanza, en ese sentido. Es decir, que es posible construir una sociedad mejor.