Quiero abrir este foro con un tema que está bastante de moda: los cambios en materia legislativa respecto a la permisión (o, en este caso, prohibición) del tabaco en lugares cerrados públicos, y, por extensión, a los controles que se les hacen a los establecimientos públicos.
Hace 4 años, en 2006, creo recordar, se promulgó una ley por la cual las personas fumadoras tenían que estar separadas de las no fumadoras, para que así la gente «sana» y los churumbeles no tuviesen que respirar el aire emponzoñado de la gente que fumaba, o bien informar de que el bar era «de fumadores». Hasta aquí todo perfecto. Miles de bares en España adaptaron sus instalaciones para cumplir con la normativa y no perder clientes fumadores, gastándose un dinero evidentemente propio, que no salía más que de los bolsillos del hostelero (los otros establecimientos simplemente prescindieron de fumadores), pero se ganaba salubridad.
Ahora, poco tiempo después, resulta ser que no puede fumarse bajo ningún concepto en sitios públicos y bares; el fumador debe salir a recibir su dosis al aire libre, y, por tanto, las zonas antes de fumadores pasarán a ser una parte más del bar, sin problemas... de lo que no estoy tan convencido es que el dinero que los hosteleros se gastaron en estas reformas les sea reembolsado.
A la vez que esto pasa, los bares de lo que coloquialmente se llama «La zona», es decir, bares en los que se consumen bebidas espirituosas y en los que se hace un poco el loco los fines de semana, cada vez son más deprimentes (hablo en Oviedo, por lo menos): baños sin puertas, o sucios, o incluso sin urinarios; gente fumando dentro, condiciones higiénicas más que dudosas…
Abrir un bar pequeño, o un establecimiento «normal» en una ciudad requiere de unas condiciones higiénicas óptimas, y para ello es revisado constantemente. ¿Tienen también los bares de «La zona» inspecciones? ¿Es posible que algunos bares pasen la prueba?
Hace 4 años, en 2006, creo recordar, se promulgó una ley por la cual las personas fumadoras tenían que estar separadas de las no fumadoras, para que así la gente «sana» y los churumbeles no tuviesen que respirar el aire emponzoñado de la gente que fumaba, o bien informar de que el bar era «de fumadores». Hasta aquí todo perfecto. Miles de bares en España adaptaron sus instalaciones para cumplir con la normativa y no perder clientes fumadores, gastándose un dinero evidentemente propio, que no salía más que de los bolsillos del hostelero (los otros establecimientos simplemente prescindieron de fumadores), pero se ganaba salubridad.
Ahora, poco tiempo después, resulta ser que no puede fumarse bajo ningún concepto en sitios públicos y bares; el fumador debe salir a recibir su dosis al aire libre, y, por tanto, las zonas antes de fumadores pasarán a ser una parte más del bar, sin problemas... de lo que no estoy tan convencido es que el dinero que los hosteleros se gastaron en estas reformas les sea reembolsado.
A la vez que esto pasa, los bares de lo que coloquialmente se llama «La zona», es decir, bares en los que se consumen bebidas espirituosas y en los que se hace un poco el loco los fines de semana, cada vez son más deprimentes (hablo en Oviedo, por lo menos): baños sin puertas, o sucios, o incluso sin urinarios; gente fumando dentro, condiciones higiénicas más que dudosas…
Abrir un bar pequeño, o un establecimiento «normal» en una ciudad requiere de unas condiciones higiénicas óptimas, y para ello es revisado constantemente. ¿Tienen también los bares de «La zona» inspecciones? ¿Es posible que algunos bares pasen la prueba?